jueves, 16 de diciembre de 2010

Actividades

Talleres Productivos:

Son lugares donde se capacita y orienta a las mujeres participantes hacia la producción de ropa y accesorios tejidos, pastelería y comidas. El objetivo principal es la generación de de ingresos, el autoempleo y la búsqueda de una mejoría en las condiciones de vida de ellas y su entorno.




Reuniones de Confraternidad:


Son espacios de encuentro entre las mujeres de los Talleres Productivos. Allí comparten amistad, solidaridad, intercambian ideas, se motivan como personas que han alcanzado logros con su esfuerzo y voluntad.
Son momentos de alegría, a través de ejercicios de participación.






Talleres de Autoestima y No violencia.

Son espacios de autoreconocimiento individual y grupal, en los cuales se revaloran y legitiman el ser mujer y persona, y sus derechos inherentes, entre ellos el de la vida y la salud. Se emplean dinámicas de participación, integración, animación y otras.






Coescucha.


Es una metodología que permite la distención, la canalización y desahogo de situaciones de opresión y violencia que destruyen y limitan a la mujer y la familia; especialmente en los distritos donde son hechos cotidianos la muerte de mujeres y niños por mano ajena y los suicidios.




Compartir de Navidad con los niños.

Desde hace doce años, los hijos o nietos de quienes han venido participando en los talleres productivos, vienen al taller con su ropa limpia y más nueva y juegan con otros niños que acaban de conocer. Se comparte el chocolate y panetón o bizcochuelo y luego de una breve ceremonia , se hace entrega de los juguetes obsequiados por donantes, a través de la organización de mujeres que representa a las talleristas. Todos parten es tarde con una sonrisa en el corazón.











Somos una Asociación sin Fines de Lucro, cuyo objetivo principal es contribuir al desarrollo integral de sectores de la población empobrecidos y en pobreza crítica a través del fortalecimiento de las competencias que les permiten mejorar su calidad de vida y el ejercicio de sus derechos ciudadanos, dentro de una educación alternativa.


· Desarrollamos espacios de discusión y preparación de la mujer para promover su empoderamiento y visibilización en el hogar y la comunidad.


· Promovemos espacios de información, comunicación, capacitación para la familia y el cuidado de un medio ambiente saludable.


· Brindamos servicios de asesoría, publicaciones y reuniones.

Historia






En 1995 se formó un grupo base, cuyo propósito fue la articulación de un equipo de personas que venían de diferentes experiencias de educación alternativa y tecnologías apropiadas e innovadoras en ese momento, así como conocimientos en comunicaciones. Se pretendió poner estos recursos al servicio de la población de San Juan de Lurigancho, donde éramos vecinos. El segundo tema, luego de consolidar el grupo, sería elaborar propuestas de desarrollo y emprendimientos para quienes menos oportunidades tenían entre la población desocupada, desempleada y otros sectores, debido al sexismo, racismo y todas las barreras en la falta de equidad hacia las mujeres. En ese tiempo, estábamos viviendo la etapa de violencia político-social en el Perú. La pobreza manifiesta en San Juan, convertía al hambre y exclusión en ingredientes para la violencia. También el poco o nulo acceso a la justicia. Era necesario acompañar procesos de capacitación que dieran logros a corto plazo, en la búsqueda de empleo, ingresos y una real preocupación por restaurar relaciones humanas quebradas y heridas causadas en lo más profundo de sus conciencias. Por todo lo vivido encontramos gran desconfianza y temor, individualismo. Juntamente con la violencia se conoció en el país, la corrupción a todo nivel, la impunidad, pérdida de valores y el poco respeto por la vida. Todo esto nos colocó ante un escenario en el que se debe sentir, escuchar, ver, consultar, construir y reconstruir. Las primeras propuestas nacieron en 1996.
El distrito de San Juan de Lurigancho, es el de mayor tamaño en Perú y Latinoamérica. También es el de mayor número de habitantes. Sus pobladores, como en otros conos de Lima, han levantado sus viviendas a pulso, entre las tierras de antiguas chacras y los cerros. Un sujeto dinámico en este lugar y con una larga historia de marginación asimilada también en nuestra cultura, es la mujer. Su aporte es muy grande pero no es reconocido; se le reduce credibilidad y el valor de su existencia misma, como en los casos del niño y el anciano.
Desde 1995 consultamos con mujeres, con las cuales iniciamos un curso de salud, nutrición y preparación de alimentos con bajo costo. Nos situamos en partes altas, a la espalda del cerro San Cristobal. Las señoras hablaron sobre su necesidad de trabajo y las carencias básicas que tenían. Es así que a partir del año 1996, elaboramos el primer proyecto de generación de ingresos. Fue aprobado en febrero de ese año. Luego vinieron proyectos sobre capacitación de Líderes y Autoconciencia, en otros lugares de Lima.
En el año 1999 iniciamos un trabajo similar en San Martín de Porres. Un distrito tradicionalmente constituido por barrios obreros y de migrantes, como en San Juan. Allí, por invitación de pobladoras de las Asociaciones de San Martín de Porres, que limitan con el Callao y Los Olivos, constituimos un núcleo base y dos talleres, los cuales se fusionaron en uno solamente, pasados tres años. Había una gran necesidad de preparación. No existían CEOS, Institutos y Escuelas Técnicas. Eran zonas muy poco urbanizadas, sin pistas, veredas; en casi todas las poblaciones de estos lugares, las casas estaban a medio construir y la seguridad ciudadana es un mito hasta el día de hoy. Desde muy temprano y de noche impera la delincuencia y el pandillaje. Las únicas actividades culturales en estas poblaciones, son de tipo religioso y a nivel escolar. Las actividades de tipo económico son muy escasas, las constituyen pequeñas tiendas de abarrotes, mercaditos informales (paraditas) de comerciantes con triciclo, en su mayoría constituidos por mujeres. Existía una notoria deserción escolar.

En ambos distritos realizamos autodiagnósticos en los grupos, desde 1996 y luego en San Martín en el año 2000. Las mujeres expresaron sus principales necesidades: desempleo y hambre. No habían muchas alternativas de trabajo para hombres y mujeres, ellas en mayor proporción, por falta de oportunidades.
Si en el año 1995 dimos los primeros pasos, con el nombre de Instituto de Comunicación para el Desarrollo Humano, el 28 de abril de 2004, nos inscribimos en registros Públicos como “Casa Solidaria”, resultó para nosotros un nombre mucho más inclusivo de todas las actividades realizadas; entre ellas el haber participado de un voluntariado en hospitales, y luego acompañado y capacitando a personas inmersas en la pandemia del VIH/Sida y otros problemas de salud, priorizando aquellos temas eje, en nuestra práctica: capacitación técnica, producción, comercialización; revaloración y autoconciencia. Los grupos de Ayuda Mutua con quienes trabajamos en talleres, estuvieron compuestos de hombres y mujeres jóvenes (PVVS).
En general, tanto en los talleres de los Núcleos base, como en los hospitales, formamos emprendedoras y emprendedores que hoy trabajan como productoras y negociantes en confecciones; cocineras, pasteleras, fabricantes de zapatos, accesorios para vestir; joyería, tejedoras en lana e hilo, confeccionistas de accesorios para la casa, la oficina y profesoras de talleres ocupacionales.
Lo esencial de Casa Solidaria es el haber creado ámbitos de estudio y participación de las mujeres de todas las edades: niñas, adolescentes, jóvenes, adultas y de tercera edad para desarrollar como personas y acceder a conocimientos mediante los cuales puedan crear autoempleos en el presente o a mediano plazo, emprender algunas labores de servicio, producción, comercialización, capacitación y otros.
Todas son bienvenidas en un ambiente de acogida dentro del cual ingresaran a un proceso de autodescubrimiento de habilidades y capacidades. Quienes vienen con algunos conocimientos, aprenden a trabajar en grupo y se encaminan a una mayor especialización para mejorar sus ofertas de ventas en la comunidad.
Pero tanto al inicio de esta labor, como en los últimos tiempos, hemos formulado y reformulado la metodología, los procesos, las alianzas y cuanto recurso signifique mejorar las situaciones difíciles, las relaciones humanas entre las mujeres, entre ellas y sus familias; entre las mujeres y el costo de vida; y la tención a su propia persona negada, maltratada, amenazada, abandonada, resignada e invisible.
El año 2010 nos encuentra en zonas diferentes de los dos distritos, pero con las mismas perspectivas de equidad y profundizar el modelo de emprendimiento, en tanto la situación de pobreza y postergación continúe sin satisfacer plenamente los objetivos del milenio.

domingo, 8 de agosto de 2010

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